Según la revista Science, un estudio publicado por un grupo de investigadores de la Universidad de Georgia afirman que las personas hemos generado 8.300 millones de toneladas de plástico desde principios de 1950. El año en que la producción de productos elaborados con materiales sintéticos empezó a masificarse como sustituto de la madera o el aluminio, sobre todo en el packaging.
Unas toneladas que equivalen a 822.000 veces el peso de la Torre Eiffel de París.
Pero eso no es todo, sino que se prevé que en el 2050, tan solo dentro de 30 años, haya más plástico que peces en el mar, debido a la gran cantidad de plásticos que se producen y generan.
Una bolsa de plástico tiene un uso real de un media de 12 minutos y sólo se reciclan un 36% de estas. Esto supone que, 12 minutos de uso equivalen a 500 años de descomposición de manera natural.
Otro dato relevante es que España es el país que más plástico tira al vertedero, concretamente 23 kilos por persona al año. Una cifra recogida en el informe Plásticos: situación en 2017, elaborado por PlasticsEurope, que agrupa a los principales productores de plástico de Europa.
Y todo esto nos lleva a una pregunta: ¿Es posible vivir sin plásticos? Sí, absoluta y definitivamente sí.
Vivir sin plástico es posible
La preocupación por el medio ambiente es real, ya no sólo Greenpeace lucha por esta causa, sino que cada vez aparecen más movimientos y grupos de personas preocupadas por el daño que estamos causando en el medio ambiente, incluidos los gobiernos.
La Comisión Europea, debido a la gran cantidad de residuos que generamos y que cada vez resulta más complicado reciclarlos, están estudiando la posibilidad de reducirlos al máximo añadiendo un impuesto sobre el plástico. Un impuesto que afecte tanto a los productores como a los consumidores. De esta manera, que se lo piensen dos veces antes de consumir productos con este material perjudicial por el medio ambiente.
El problema es de todos, pero, sobre todo, de las empresas, las principales productoras de plástico. Es por esta razón, que son muchos los negocios dedicados al sector del packaging, como Gráficas JR, que ofrecen alternativas de embalaje, envoltorios y envases respetuosos con el medio ambiente, como por ejemplo el cartón, con el fin de darles una segunda vida una vez cumplida su función.
Sin duda, el packaging sostenible es el futuro.
¿Qué alternativas al plástico tenemos?
Algunas alternativas de packaging de plástico, y además sostenibles son:
Cartón
El cartón es un material muy maleable que permite ser creado en varios tamaños y que puede ser almacenado fácilmente. Además, también es resistente a los golpes y puede ser apilado sin temor a deformaciones.
Su precio también es muy competitivo, por tanto, te ayudará a reducir costes, y este es fácil de reciclar y reutilizar. Con los embalajes de cartón aportas tu granito de arena en reducir el impacto en el medio ambiente.

Aquí algunas de las otras ventajas:
- Las cajas de cartón son ligeras.
- No requieren de mucho espacio para ser almacenadas, puesto que se pueden guardar desmontadas.
- Es mucho más económico que cualquier otro producto.
- Buenas capacidades para ser impresas.
- Es reciclable y reutilizable.
Madera
La madera es un material que se caracteriza por su durabilidad, por esto, son ideales para productos de gran peso y para espacios grandes. Este material es biodegradable y ecológico. Además de tener la capacidad de poder adaptarse a cualquier tipo de espacio, forma o tamaño.

Metal
Los expositores de metal son ideales para promociones de larga duración o campañas de lanzamiento, fechas señaladas o ediciones exclusivas. Su forma más habitual es tipo caja contenedora para albergar varios productos que habitualmente se venden por separado.
Además, estas son reutilizables y tienen mucha durabilidad.

Cada vez están surgiendo más alternativas al plástico, pero sin duda, la que más recomendamos nosotros es el cartón.
Reducir el plástico es una demanda global, poco a poco muchos consumidores están dejando de comprar en marcas que no sean respetuosas con el medio ambiente, ya que no comparten sus mismos valores.
Es por todas estas razones por las cuales tu empresa debería dejar de utilizar el plástico en el packaging.